España parece condenada a una “devaluación interna”, algo que empieza a ser vox populi en los corrillos económicos. Esto supone, hablando en plata, una rebaja salarial dolorosa pero necesaria para dar salida a la crisis económica. ¿Qué efectos tiene? ¿Cómo puede implantarse?
La devaluación ya ha comenzado de facto: “En realidad estamos en ello ya, y no sólo en España”, explica Javier Flores, responsable del Servicio de Estudios y Análisis de ASINVES. En el sector público se ha iniciado la carrera de las rebajas salariales. En el sector privado, estos ajustes se realizarán “vía reforma laboral”.
La “deflación” también se puede observar en algunos activos, como son los inmuebles que, aunque lentamente, encaminan su necesaria corrección.
El ajuste de precios y salarios es, si no necesario, al menos “inevitable”, apostilla Flores. La pertenencia a una moneda común, impide que se pueda hacer este ajuste por la devaluación de la divisa, señala Juan Luis García Alejo, director general de Inversis Gestión.
Con la política fiscal con un “margen de maniobra cero en estos momentos” (en manos de las autoridades de Bruselas), queda ajustar a la baja en el empleo por dos vías: haciendo que haya menos empleo, “algo que está sucediendo”; o hacer que sea más barato, explica el experto de Inversis.
Desde el ámbito del trabajador empieza ya a haber disposición a “ver reducidos los derechos laborales pero conseguir o mantener un trabajo” ante la posibilidad de un aumento mayor del desempleo, señala Javier Flores, que advierte de una tasa de paro por encima del 23% para el próximo año.
Así, la reforma laboral es el mecanismo por el que se introduciría esta “devaluación interna”. Pero la presión a la baja de los salarios también llegará por el lado del sector público, que tendrán que recortar fundamentalmente gasto de las CC.AA y personal de la administración central.
En este sentido, hay un millón de personas trabajando como personal laboral eventual en la función pública susceptible de ser despedido, recuerda el responsable de ASINVES. “Esta destrucción de empleo público presionará al sector privado –en un simple ejercicio de oferta y demanda- y tirará a la baja de los salarios”.
RECUPERAR LA COMPETITIVIDAD SIGUIENDO EL EJEMPLO BÁLTICO
El objetivo principal de esta devaluación sería recuperar la competitividad perdida. La otra alternativa posible, rescates y ayuda exterior aparte, sería el abandono del euro.
Miguel Martín, presidente de la AEB, ha sido la última voz en apuntarse a la “devaluación interna” como solución a la crisis. Antes que él, el premio Nobel de Economía, Paul Krugman o Fitch apostaban por esta drástica medida.
La agencia de calificación ya indicaba la necesidad de la devaluación y ponía como ejemplo a los países bálticos, que también han sido citados por Miguel Martín. La bajada de salarios y precios de Lituania, Letonia y Estonia provocó un doloroso ajuste, con caídas de la economía en 2008 y 2009, pero con un regreso a la senda del crecimiento y el saneamiento de sus finanzas.
Letonia llegó a recortar el sueldo de algunos de sus funcionarios hasta en un 20%. La opción de una devaluación interna, manteniendo las tasas de cambio de las divisas, provocó una rebaja de los salarios aunque sin subida de precios. En todo caso, la consecuencia es una bajada del nivel de vida de la población, con el beneficio de equilibrar las cuentas públicas.
El premio es establecer una base sólida de crecimiento para el futuro. ¿Vivirá España una situación semejante? Flores advierte de que “la situación de España es distinta”, con “fuerte apalancamiento tanto en el sector público como en el privado”, por lo que “no hay por donde crecer”.
¿UNA DÉCADA DE DOLOROSO AJUSTE?
Así, en 2012 “el crecimiento será nulo con algunos trimestres de recesión técnica. A medida que avance el año, habrá una leve creación de empleo. Tan leve, que no compensará la destrucción del empleo público y la del sector financiero”.
Juan García Alejo se muestra muy crítico con esta eventual devaluación interna y se pregunta si hay que reducir también las rentas empresariales y las del capital. “No parece una propuesta para el siglo XXI, sino una propuesta neocon de finales del siglo XX que ya se encuentra superada”.
Esto puede devenir en una “competitividad mayor, pero también en más pobreza”. Además, otro efecto indeseado es el de ocasionar unos menores ingresos en las arcas del Estado. Algo con lo que coincide Javier Flores, que recuerda que ya “la recaudación actual por el Impuesto de Sociedades es un tercio menor que la de 2008”
La devaluación interna “abrirá una brecha social, tal vez irreparable, que va a marcar una década”, prosigue Flores. Todo esto provocará un aumento de las desigualdades en un momento en el que no habrá recursos para atender las necesidades.
García Alejo propone una alternativa a esta devaluación: “Es necesario que Europa se dote de unas reglas de comportamiento claras, que conduzcan a establecer un límite al endeudamiento de la administración. Y que cuente con capacidad coercitiva para castigar los incumplimientos. El problema de esto es poner de acuerdo a un montón de países”.
NOTA DEL MODERADOR: El nuevo gobierno nos sacará de la crisis no lo duden. Tengan confianza, cuando Rajoy y los suyos decían que la crisis y el paro eran culpa de Zapatero, tenían razón. El paro disminuirá en el próximo año, la crisis irá desapareciendo, el IVA volverá a su nivel anterior, la gente joven tendrá trabajo, los pensionistas seguirán aumentando sus pensiones al menos con la subida del IPC y los trabajadores de la administración recuperaremos el poder adquisitivo perdido en estos años de gobierno socialista. Tened fe, todo se andará y con Rajoy el milagro se producirá. Y por último, os recuerdo que la crisis mundial que vivimos desde el 2008 la generó el gobierno de Zapatero.
La “deflación” también se puede observar en algunos activos, como son los inmuebles que, aunque lentamente, encaminan su necesaria corrección.
El ajuste de precios y salarios es, si no necesario, al menos “inevitable”, apostilla Flores. La pertenencia a una moneda común, impide que se pueda hacer este ajuste por la devaluación de la divisa, señala Juan Luis García Alejo, director general de Inversis Gestión.
Con la política fiscal con un “margen de maniobra cero en estos momentos” (en manos de las autoridades de Bruselas), queda ajustar a la baja en el empleo por dos vías: haciendo que haya menos empleo, “algo que está sucediendo”; o hacer que sea más barato, explica el experto de Inversis.
Desde el ámbito del trabajador empieza ya a haber disposición a “ver reducidos los derechos laborales pero conseguir o mantener un trabajo” ante la posibilidad de un aumento mayor del desempleo, señala Javier Flores, que advierte de una tasa de paro por encima del 23% para el próximo año.
Así, la reforma laboral es el mecanismo por el que se introduciría esta “devaluación interna”. Pero la presión a la baja de los salarios también llegará por el lado del sector público, que tendrán que recortar fundamentalmente gasto de las CC.AA y personal de la administración central.
En este sentido, hay un millón de personas trabajando como personal laboral eventual en la función pública susceptible de ser despedido, recuerda el responsable de ASINVES. “Esta destrucción de empleo público presionará al sector privado –en un simple ejercicio de oferta y demanda- y tirará a la baja de los salarios”.
RECUPERAR LA COMPETITIVIDAD SIGUIENDO EL EJEMPLO BÁLTICO
El objetivo principal de esta devaluación sería recuperar la competitividad perdida. La otra alternativa posible, rescates y ayuda exterior aparte, sería el abandono del euro.
Miguel Martín, presidente de la AEB, ha sido la última voz en apuntarse a la “devaluación interna” como solución a la crisis. Antes que él, el premio Nobel de Economía, Paul Krugman o Fitch apostaban por esta drástica medida.
La agencia de calificación ya indicaba la necesidad de la devaluación y ponía como ejemplo a los países bálticos, que también han sido citados por Miguel Martín. La bajada de salarios y precios de Lituania, Letonia y Estonia provocó un doloroso ajuste, con caídas de la economía en 2008 y 2009, pero con un regreso a la senda del crecimiento y el saneamiento de sus finanzas.
Letonia llegó a recortar el sueldo de algunos de sus funcionarios hasta en un 20%. La opción de una devaluación interna, manteniendo las tasas de cambio de las divisas, provocó una rebaja de los salarios aunque sin subida de precios. En todo caso, la consecuencia es una bajada del nivel de vida de la población, con el beneficio de equilibrar las cuentas públicas.
El premio es establecer una base sólida de crecimiento para el futuro. ¿Vivirá España una situación semejante? Flores advierte de que “la situación de España es distinta”, con “fuerte apalancamiento tanto en el sector público como en el privado”, por lo que “no hay por donde crecer”.
¿UNA DÉCADA DE DOLOROSO AJUSTE?
Así, en 2012 “el crecimiento será nulo con algunos trimestres de recesión técnica. A medida que avance el año, habrá una leve creación de empleo. Tan leve, que no compensará la destrucción del empleo público y la del sector financiero”.
Juan García Alejo se muestra muy crítico con esta eventual devaluación interna y se pregunta si hay que reducir también las rentas empresariales y las del capital. “No parece una propuesta para el siglo XXI, sino una propuesta neocon de finales del siglo XX que ya se encuentra superada”.
Esto puede devenir en una “competitividad mayor, pero también en más pobreza”. Además, otro efecto indeseado es el de ocasionar unos menores ingresos en las arcas del Estado. Algo con lo que coincide Javier Flores, que recuerda que ya “la recaudación actual por el Impuesto de Sociedades es un tercio menor que la de 2008”
La devaluación interna “abrirá una brecha social, tal vez irreparable, que va a marcar una década”, prosigue Flores. Todo esto provocará un aumento de las desigualdades en un momento en el que no habrá recursos para atender las necesidades.
García Alejo propone una alternativa a esta devaluación: “Es necesario que Europa se dote de unas reglas de comportamiento claras, que conduzcan a establecer un límite al endeudamiento de la administración. Y que cuente con capacidad coercitiva para castigar los incumplimientos. El problema de esto es poner de acuerdo a un montón de países”.
NOTA DEL MODERADOR: El nuevo gobierno nos sacará de la crisis no lo duden. Tengan confianza, cuando Rajoy y los suyos decían que la crisis y el paro eran culpa de Zapatero, tenían razón. El paro disminuirá en el próximo año, la crisis irá desapareciendo, el IVA volverá a su nivel anterior, la gente joven tendrá trabajo, los pensionistas seguirán aumentando sus pensiones al menos con la subida del IPC y los trabajadores de la administración recuperaremos el poder adquisitivo perdido en estos años de gobierno socialista. Tened fe, todo se andará y con Rajoy el milagro se producirá. Y por último, os recuerdo que la crisis mundial que vivimos desde el 2008 la generó el gobierno de Zapatero.
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