7 de enero de 2012

METIENDO MIEDO A LOS ESPAÑOLES

METIENDO MIEDO A LOS ESPAÑOLES (María Dolores Amorós)

Cualquiera que razone acerca de lo que a goteo se nos está diciendo por parte del Gobierno del Partido Popular acerca de lo mal que han encontrado la situación actual tras el traspaso de poderes desde el Gobierno Socialista, y por lo que se han visto obligados a tomar las muy duras medidas que afectan sobremanera a los menos favorecidos social y económicamente, puede percatarse de que la primera de las intenciones es conseguir enmudecer a la gente a base de infundirle un miedo atroz. Los cuatro jinetes del apocalipsis vienen por todos nosotros.

Miedo tal que consiga lo que el Gobierno pretende: la paralización de la ciudadanía y una actitud de sumisa aceptación y autoculpabilidad ante la inmensa crisis global que los mismos poderes ultraliberales -ecómicos y políticos- han propiciado. La trampa del miedo paralizante es una hábil maniobra para frenar cualquier intento de levantar la voz -para comenzar- de protesta. En la reiterada estrategia de meter miedo en el cuerpo a la gente debe de haberles influido a estos del PP el artículo publicado en el 'Brtish Medical Journal' donde se concluye, tras diez años de experimentación, que a partir de los 45 años el cerebro comienza un progresivo deterioro cognitivo. Y seguro que piensan que cuanto más descerebrados sean los españoles mejor podrán domeñarlos.

De hecho, el Gobierno del PP ha gastado más de un millón de euros en material antidisturbios (BOE 31 diciembre 2011), quizá en prevención de algaradas callejeras ante las atroces medidas con que el Gobierno continuará golpeando a los más débiles. ¿No recuerdan las palabras de Cospedal, a una semana de las Elecciones generales? Adelantó ya esta dama de los múltiples sueldazos que la gente se echaría a la calle cuando comprobaran las medidas que el PP iba a aplicar; pero que ellos 'estaban preparados' para frenar los posibles desórdenes callejeros.

Las mentiras con que el PP se ha familiarizado durante su tiempo de oposición desleal e irresponsable ante los temas de Estado y que tanto han contribuido a su amplia victoria electoral, siguen siendo su bandera. Por más que Rajoy afirmó que nada atribuiría al anterior Gobierno y que su misión era mirar al futuro, comenzó Fátima, la Ministra de des-empleo a echar deslenguadamente las culpas al Gobierno Socialista de 'lo que se habían encontrado'. De Guindos y Montoro continuaron por la misma senda hablando de un 8% en la desviación de la deuda en lugar de un 6%. Nada plantearon acerca de que este desfase era debido a las deudas de las Comunidades Autónomas, aunque bien que lo sabían; Madrid y Valencia, con tantos años de gobierno del PP, han derrochado desvergonzadamente el dinero público, el de todos los contribuyentes, y sudan corrupción por los poros, especialmente Valencia.

Ahora sale Soraya SS con la misma canción de culpar a los antecesores en el Gobierno y haberles mentido en las cuentas. No se entiende que caigan en contradicciones tan burdas, tras un traspaso de poderes tildado de ejemplar y dirigido, desde el PP, por la misma Soraya. El traspaso fue más bien una auditoría ya no sólo de los diferentes ministerios, sino de las subsecretarías, direcciones generales...Y todo supervisado por Soraya SS. O bien Soraya no es tan competente como hacen ver y se le pasaron desapercibidas demasiadas cosas, o bien Soraya es la mujer espabilada y de exigencia casi dictatorial que aparenta pero mentirosa hasta las entrañas. Una paradoja forjada por ellos mismos y en la que han quedado atrapados.

Rajoy permanece escondido y callado ante los engaños de sus secuaces. El que calla otorga. O sea, se desdice de lo que, con ese aspecto decimonónico tan suyo, afirmó contundentemente, pero deja que sean sus favorecidos en titularidad ministerial quienes hablen por él. Sacar la propia cara ante todos los españoles y explicar su personal observancia de la presente situación es propio solo de valientes.

Ha adoptado, por otro lado, Rajoy un papel extraño y distante de la ciudadanía. Su lugar parece ser lo más alto del Olimpo, lejos de la chusma. Y condescender con sus súbditos muy de tarde en tarde, para que no se acostumbren a la divinidad de su ser. No es esto lo que esperaban los españoles cuando confiaron en Rajoy y su palabrería. Si es esta otra artimaña para infundir miedo y procurar la parálisis y analgesia ciudadana, tampoco puede durar demasiado la treta. Y quizá la rabia posterior conlleve una violencia nada deseada.

No hay nada mejor que practicar lo que tanto se anunció: decir la verdad siempre. El PP no lo hizo en su puesto de oposición y ahora en el poder, mucho menos.

Con tranquilidad de conciencia, por haber avisado reiteradamente, esperaremos a ver qué sucede.

5 de enero de 2012

¡ADIÓS A LA CLASE MEDIA!

¡ADIÓS A LA CLASE MEDIA (Autora: Mercè Rivas Torres)

Las medidas adoptadas por el presidente Rajoy recaen directamente en la clase media. En pocos meses veremos como esta base social, imprescindible para mantener el equilibrio y la sostenibilidad en una sociedad moderna pasaran a formar parte de los “desheredados” de la crisis.

Si es usted funcionaria, ya sabe, le congelan el sueldo, le suben impuestos y dejan de aportar dinerillo a su plan de pensiones. Su madre, esa entrañable octogenaria con demencia senil que ya no recuerda cómo ponerse los zapatos, no va a poder recibir ninguna ayuda por la ley de dependencia y su hijo ingeniero, el que aprobó a base de becas, seguirá en paro si no aprende alemán rápido y se va a Centroeuropa a trabajar.

De su marido ya ni hablamos, el pobre, con 52 años, en paro y sin saber qué hacer con su vida, pues ya nadie le va a dar trabajo. Sabe demasiado para lo que demandan los empresarios y no lo quieren contratar ni como “mil eurista” y eso que el hombre ha trabajado toda la vida como aparejador. Experiencia le sobra, pero ahora eso no se valora. Está pensando en trabajar como autónomo pero……es que “su sector está hundido”, ya se lo dicen sus ex compañeros de trabajo.

Y su hija, esa joven estudiante de periodismo que al paso que van las cosas no le van a poder pagar los estudios. Hizo prácticas de verano en CNN+ y meses después la cerraron; después las hizo en Público y acaban de presentar suspensión de pagos.

La chica que se quería independizar con su novio alquilando un pisito con los 210 euros de bonificación del Gobierno, pues nada, también se los han quitado. Pablo, su novio, profesor de literatura en un instituto de Chamartín ha tenido que ampliar sus clases ya que la Comunidad de Madrid ha prescindido de más de tres mil profesores interinos, con la finalidad de ahorrarse 80 millones de euros. Además de impartir su asignatura, Pablo tiene que dar historia, gimnasia e incluso inglés y eso que sólo estudió dos cursos por correo y estuvo un verano en Londres trabajando de camarero.

Y ahí andan, desconsolados, pasando sus ratos de intimidad en su coche de segunda mano, como en los años 60 con el 600, ¿se acuerdan?

Y usted sentada en su mesa del antiguo Ministerio de Igualdad, que ya no existe como tal, ya que a estos señores que han llegado al poder esa palabra les produce alergia, se preguntará en esas dos horas y media que le han añadido de jornada laboral : ¿Qué fue de nuestra vida de clase media?, ¡con lo felices que éramos!

Pues simplemente que está desapareciendo. Con lo satisfechos que estaban ustedes veraneando en ese apartamento de San Juan en Alicante con su madre viuda y sus hijos. Y ahora… han puesto el apartamento en venta o en alquiler, pero sin éxito. Lleva meses colgado el cartelito pero ni una llamada, ni una visita. También lo han anunciado en internet, en segunda mano, se lo han dado a una agencia, pero nada.

Quien le hubiese dicho a su madre, que tras años de viudedad, viviendo independiente en su casa con una joven peruana que la cuidaba, ahora se ha tenido que trasladar a la vivienda de su hija, con una enfermedad degenerativa y sin poder pedir ayuda por “dependencia”, esa que hizo Zapatero y que todas las autonomías del PP boicotearon. Pues bien, ahora ya no tendrán que sabotearla, simplemente la han quitado. De un plumazo en España han desaparecido los minusválidos, los enfermos de alzheimer, en una palabra todos los que necesitan ayuda para sobrevivir. ¡Un milagro! Y los expertos opinan que con esta medida el Estado se ahorrará 40 millones de euros, la misma cantidad que el Paris Saint Germain quiere pagar por el jugador del Real Madrid, Kaká.

Y usted se pregunta, ¿cómo voy a arreglármelas? Porque a la asistenta que tenía 3 días a la semana le ha tenido que decir que se busque otra casa y que sólo vaya por su piso un par de horas a la semana para hacer “lo gordo” o sea cristales, cocina etc. ¿Y quién se va a quedar con la abuela?, porque con demencia senil no se le puede dejar sola. Eso quizás es lo que más le agobia, porque como se descuide un día de esos enciende el gas (que por cierto también lo han subido) y salta su casa por los aires.

Su marido puede cubrir algunas horas mientras usted está en el Ministerio pero luego tiene que salir a buscar trabajo, a enviar currículos, a visitar a esos amigos que no veía desde hace años para decirles “que lo que sea”, que necesita trabajar de cualquier cosa porque el paro se le está acabando y está asfixiado… porque claro, los pocos ahorros que tenía se los gastó el mes pasado pagando el IBI de la casa que se compraron hace años en el Barrio del Pilar y la tasa de basuras que impuso Gallardón al “precio de la merluza”. Y el Gobierno ya nos ha anunciado que el año próximo, además de la subida del IBI estipulada por el Ayuntamiento, va a subirlo un poco más por su cuenta……

Y usted pensará obsesivamente “si no vendemos el apartamento de San Juan no lo podremos pagar”. Y seguramente así sea.

Atrás quedaron sus veranos en la playa, el ver cómo sus hijos eran universitarios y supuestamente iban a tener una vida mejor que usted, el no tener que pensar si el 25 de cada mes la cuenta del banco está en números rojos…

Nunca pensó que ese señor de barba llamado Rajoy al que usted votó pensando que nos sacaría de la crisis y como buen señor de la derecha tendría ojo para eso de los dineros y negocios provocó tal vendaval que se llevó por delante a la clase media como usted…

No olvide que Rodriguez Zapatero tardó seis años en dar un giro de 180 grados y hacer lo contrario de lo que siempre había prometido. Mariano Rajoy, seis días. Todo un récord.

Ah! Y nos falta hablar de la próxima subida del IVA en marzo… pero eso sí, las medidas para la tranquilidad de los mercados se tomaron al dictado de Merkel. Fíjense que el mismo día en que estaban tramando dichos recortes, el vicepresidente de la Comisión Europea, Olli Rehn, hizo público un comunicado aplaudiendo las noticias. Antes de que una de las secretarias de Moncloa las pasase a limpio, Europa ya aplaudía.

Y usted y su marido por la noche, cuando apagan la luz del dormitorio comentarán si realmente la señora Merkel, Sarkozy y Rajoy no estarán haciendo una política equivocada.

“Quizás haya otra forma de hacer las cosas” pensarán.

Mercè Rivas Torres es periodista y escritora

4 de enero de 2012

1 de enero de 2012

NOSOTROS LOS FUNCIONARIOS (Recibido en un mail)

NOSOTROS LOS FUNCIONARIOS

Resulta que en la década prodigiosa del pelotazo, cuando media España se lo llevaba caliente a casa, cuando un encofrador sin estudios se embolsaba tres mil euros, cuando hasta el último garrulo montaba una constructora y en connivencia con un par de concejales se forraba sin cuento, cuando un gañán que no sabía levantar tres ladrillos a derechas se paseaba en Audi, los funcionarios aguantaban y penaban. Nadie se acordaba de ellos. Eran los parias, los que hacían números para cuadrar su hipoteca, hacer la compra en el Carrefour y llegar a fin de mes, porque un nutrido grupo de compatriotas se estaba haciendo de oro inflando el globo de la economía hasta llegar a lo que ahora hemos llegado.

Y ahora que el asunto explota y se viene abajo, la culpa del desmadre, es de los funcionarios. Los alcaldes, diputados y senadores que gobiernan la cosa pública a cambio de una buena morterada no son responsables de nada y nos apuntan directamente a nosotros: somos demasiados, hay que ultracongelarnos, somos poco productivos. Los responsables bancarios que prestaron dinero a quienes sabían que no podrían devolverlo tampoco se dan por aludidos. Todos los intermediarios inmobiliarios, especuladores, amigos de alcaldes y compañeros de partida de casino de diputado provincial no tenían noticia del asunto. Nosotros sí. Como diría José Mota: ¿Ellos? No. ¿Nosotros? Si. Siendo así ¿que ellos? No. Por tanto, ¿nosotros? Si.

La culpa, según estos preclaros adalides de la estupidez, es del juez, abogado del estado, inspector de hacienda, administrador civil del estado que, en lugar de dedicarse a la especulación inmobiliaria a toca teja, ha estado cinco o seis años recluido en su habitación, pálido como un vampiro, con menos vida social que una rata de laboratorio y tanto sexo como un chotacabras, para preparar unas oposiciones monstruosas y de resultado siempre incierto, precedidas, como no podía ser de otra forma, de otros cinco arduos años de carrera. Del profesor que ha sorteado destinos en pueblos que no aparecen en el mapa para meter en vereda a benjamines que hacen lo que les sale de los genitales, porque sus progenitores han abdicado de sus responsabilidades. Del enfermero, del policía, del bombero, del auxiliar administrativo del Estado, natural de Écija y destinado en Barcelona que con un sueldo de 1.000 euros paga un alquiler mensual de 700 y soporta estoicamente que un taxista que gana 3.000 le diga joder, que suerte, funcionario. De la auxiliar de ayuda a domicilio, que con 700 euros de sueldo, se reinventa cada día para llegar a fin de mes, limpiando, con  perdón, los culos de los padres de muchos que se han enriquecido con la especulación.

La culpa es nuestra. A poco que nos descuidemos nosotros los funcionarios seremos el chivo expiatorio de toda una caterva de inútiles, vividores, mangantes, políticos semi-analfabetos, altos cargos de nombramiento digital, truhanes, pícaros, periodistas ganapanes y economistas de a verlas venir que sabían perfectamente que el asunto tarde o temprano tenía que petar, pero que aprovecharon a fondo el momento al grito de mientras dure, ¡dura! y que ahora, con esa autoridad que da tener un rostro a prueba de bomba, se pasan al otro lado del río y no sólo tienen recetas para arreglar lo que ellos mismos ayudaron a estropear, sino que, además, han llegado a la conclusión de que los culpables son... ¡tachán, tachán!...los funcionarios.

Soy funcionario. Y además bastante recalcitrante: tengo cinco títulos distintos. Ganados compitiendo en buena lid contra miles de candidatos. ¿Y saben qué? No me avergüenzo de nada. No debo nada a nadie (sólo a mi familia, maestros y profesores). No tengo que pedir perdón. No me tocó la lotería. No gané el  premio gordo en una tómbola. No me expropiaron una finca. No me nombraron alto cargo, director provincial ni vocal asesor por agitar un carnet político, que nunca he tenido. Aprobé frente a tribunales formados por ceñudos señores a los que no conocía de nada. En buena lid: sin concejal proclive, pariente político, mano protectora ni favor de amigo. Después de muchas noches de desvelos, angustias y desvaríos y con la sola e inestimable compañía de mis “santos cojones”. Como tantos y tantos compañeros anónimos repartidos por toda España a los que ahora algunos mendaces quieren convertir, por arte de birli-birloque, en culpables de la crisis.

Amigos funcionarios y empleados públicos, estamos rodeados de gente muy tonta y muy hija de puta.

PD. Si alguien, en cualquier contexto, os reprocha -como es frecuente- vuestra condición de funcionario os propongo el refinado argumento que yo utilizo en estos casos, en memoria del gran Fernando Fernán-Gómez: “Váyase usted a la mierda, hombre, a la puta mierda”.