15 de febrero de 2012

WEBS: LEÍDO POR AHÍ

La reforma laboral del PP… ¡la hizo Zapatero! (Fuente Diario Progresista)  

Se suele decir que el mayor desprecio que un ser humano puede hacer es negar la paternidad de sus obras. Y ni más ni menos eso es lo que ha hecho la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien en un prodigio de desmemoria o indocumentación, ha atribuido al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero la autoría de los hachazos a los derechos de los trabajadores contenidos en la reforma laboral. Estas afirmaciones han despertado perplejidad e hilaridad en las bancadas opositoras.

La reforma laboral del PP… ¡la hizo Zapatero!
La Vicepresidenta, en una intervención muy subida de tono y a ratos rozando casi la histeria, ha querido dejar claro que no se va arrugar a la hora de defender los ataques de su Gobierno a los derechos de los españoles. Ni siquiera la verdad y el sentido común serán un obstáculo para seguir –como hoy. Haciendo oposición desde el Gobierno a los diputados socialistas de la oposición parlamentaria.
Como traía de casa preparada la respuesta a la supuesta incostitucionalidad de la reforma, y a pesar de que este argumento no había sido utilizado por la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, Sáenz de Santamaría no se ha atrevido a salirse del guión, y le ha espetado una curiosa teoría sobre la legalidad de las medidas: "Constitucional es hacer efectivo el artículo 135 de la Constitución que reconoce el derecho al trabajo".
Por lo demás, como es habitual cuando el PP se siente herido, ha lanzado toda una batería de acusaciones, a cual de más grueso calibre, contra los socialistas, la herencia, el sino divino y cualquiera que se ponga al alcance de la “Santa Ira” de la derecha.
Así, Sáenz de Santamaría ha encadenado reproches al Gobierno de Zapatero, y se ha permitido demagogias como que "el despido más fácil es el que ha colocado a España en cinco millones de parados".
Estado de Excepción
Evidentemente, ante tales flores dialécticas la oposición, especialmente el PSOE e IU han cargado en tromba contra las medidas emprendidas por el Gobierno, que han calificado como "un retroceso histórico" para los trabajadores comparable incluso con un "estado de excepción", ante lo cual la ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha replicado que con "descalificaciones y mentiras" no se crean puestos de trabajo.
     La portavoz parlamentaria socialista, Soraya Rodríguez, ha acusado al Gobierno de haber "mentido" reiteradamente sobre una reforma laboral que ha calificado de "agresiva, injusta y desequilibrada",
Rodríguez ha recordado al Ejecutivo sus "promesas electorales" de no abaratar el despido y ha acusado al presidente, Mariano Rajoy, de haber mentido en su debate de investidura y también junto al francés Nicolas Sarkozy, cuando dijo que la reforma iría en la línea de las enmiendas que presentó el PP a la anterior reforma del Gobierno socialista, de las que ahora no hay "ni rastro".
    El Gobierno, ha remachado, ha "mentido" también a los sindicatos, cuando les pidió que negociasen un acuerdo de rentas con los empresarios y luego ha ignorado ese acuerdo. De este modo, ha concluido que el Gobierno "sólo ha dicho la verdad en Bruselas" cuando creía que los micrófonos estaban cerrados: que la reforma sería "muy agresiva" y que provocaría una huelga.
 Sólo el BOE dice la verdad
    Pero además, ha afeado a la vicepresidenta las palabras que pronunció en el Congreso contra la reforma laboral de Zapatero y haber ocultado el "verdadero alcance" de la reforma en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que la aprobó. De hecho, le ha aconsejado que dé las ruedas de prensa los sábados, cuando se puedan contrastar sus palabras con el BOE publicado.
   En concreto, le ha reprochado haber ocultado en esa rueda de prensa la posibilidad de que los empresarios bajen unilateralmente los salarios,
El estatuto de los empresarios
 Por su parte, el diputado de IU por Asturias, Gaspar Llamazares, ha indicado que los 5,3 millones de parados "no pueden ser la excusa para un decreto como éste", que es típico de "un estado de excepción" y que se ha hecho "de manera ilegítima" porque no estaba en el programa electoral del PP y tampoco se ha negociado con los sindicatos.
   Tras preguntarse si la ministra "mintió" a la oposición durante las semanas en las que fue avanzando detalles sobre la reforma, antes de su aprobación, Llamazares ha concluido que a Báñez "le han impuesto esta reforma", que "convierte el estatuto de los trabajadores en el estatuto de los empresarios".
   Báñez ha respondido a estas acusaciones con un brindis al sol afirmando que la reforma "afronta con seriedad el problema" del paro y que "más pronto que tarde" servirá para "frenar cuanto antes la destrucción de empleo y sentar las bases de creación de puestos de trabajo en el corto plazo".

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